México, D.F., 12 de junio (apro).- El expresidente Ernesto Zedillo advirtió hoy que bajar ahora las tasas de interés, cuando apuntan más bien al alza en todo el mundo, y cuando las presiones inflacionarias ya agobian a muchas de las economías latinoamericanas, es guiarse por “una orientación estrictamente de corto plazo” que “minaría seriamente las bases de nuestro futuro crecimiento económico”.
Aunque aclaró que no venía a hacer recomendaciones a nadie –justo cuando el presidente Felipe Calderón y los secretarios de Hacienda y de Economía le piden al Banco de México bajar las tasas de interés--, apuntó: “Particular cuidado deberá tenerse en evitar decisiones que debiliten aún más la capacidad de nuestros gobiernos” para invertir más en infraestructura básica y hacer crecer sostenidamente la economía.
El exmandatario, que gobernó en el sexenio 1994-2000, participó en la edición 2008 de la Expo Management, el encuentro anual de altos ejecutivos que organiza el grupo HSM –empresa internacional líder en la formación de directivos-- con una ponencia magistral sobre el tema de la globalización.
Aunque nunca se refirió a México en particular –“nuestros países latinoamericanos” fue la fórmula que empleó--, buena parte de su discurso estuvo cargada de alusiones directas.
Por ejemplo, manifestó su desacuerdo con quienes dicen que la economía del país es tan fuerte y sólida que la crisis económica mundial no le va a pegar, como continuamente dicen miembros del gabinete y el propio presidente Calderón.
En este punto reconoció que en materia de estabilidad macroeconómica “es mucho lo que han avanzado nuestros países, como se ha hecho patente durante las recientes turbulencias de los mercados financieros internacionales: en las condiciones de fragilidad e indisciplina de otras épocas, la reciente incertidumbre de la economía internacional nos hubiese cobrado ya una altísima factura”.
Como si se dirigiera al actual gobierno federal, agregó: “Sería imprudente, sin embargo, ignorar que nuestras economías continúan siendo vulnerables y que lejos de disiparse los riesgos, podrán acrecentarse en el futuro inmediato.”
Más aun, dijo, “todavía no sabemos qué tan pronunciada será la reciente desaceleración de la economía mundial. Pero sí sabemos que en la mayoría de nuestros países las finanzas públicas no han llegado a tener un nivel de fortalecimiento tal que nos permita responder con una expansión fiscal que compense la caída de la demanda externa”.
“Es también incierto lo que puede suceder con las tasas de interés internacionales en los próximos meses. La única apuesta segura es que esas tasas de interés difícilmente podrán reducirse más y es muy probable que pronto comiencen a elevarse (y) sin duda, la inflación es el mayor riesgo para la estabilidad macroeconómica que hemos disfrutado a últimas fechas”, agregó.
Entonces, dijo Zedillo ante unos 2000 asistentes que le ofrecieron prolongados aplausos, “las políticas económicas de nuestros países están entrando a una etapa que las pondrá a prueba”.
“Podremos determinar el grado de solidez de esas políticas viendo la manera en que hacen frente a las presiones inflacionarias que ya comienzan a agobiar a varias de nuestras economías”, añadió.
Sin decirlo expresamente, consideró que sería un error bajar ahora las tasas de interés: “Una orientación estrictamente de corto plazo minaría seriamente las bases de nuestro futuro crecimiento económico.”
En otro tema, el exmandatario acusó a los países ricos de ser quienes impiden que se resuelva la crisis alimentaria que se registra en el mundo.
“Parte del problema de los mercados de productos básicos alimenticios es no estamos dejando que funcione la globalización. Los países ricos –Estados Unidos, Japón, la Unión Europea-- tienen políticas proteccionistas absurdas, de subsidios y altas barreras comerciales, que están distorsionando las señales del mercado, y eso está afectando el funcionamiento de los mercados”, dijo.
Recriminó: “En vez de importar etanol producido con caña de azúcar brasileña, están dando altísimos subsidios a la producción de etanol con maíz y están imponiendo barreras comerciales para etanol de otros países que podrían hacerlo mejor y más barato.”
Advirtió que los países miembros de la Organización Mundial del Comercio llevan trabados siete años en las negociaciones de la Ronda de Doha, que tiene entre sus principales objetivos la liberación de la agricultura del mundo. Y en ese tiempo, dijo Zedillo, “no ha pasado absolutamente nada. La situación es peor: el Congreso de los Estados Unidos acaba de aprobar una ley de protección al sector agropecuario, renovando los subsidios, que es claramente contraria a los compromisos contraídos por EU en la Ronda de Doha”.
Con esa manera de actuar de los países ricos, advirtió, ellos mismo se están creando problemas. “La Unión Europea se gasta casi la mitad de su presupuesto en subsidios agrícolas, cuando podría gastar más en ciencia y tecnología, en educación, o en un aparato de defensa que le permitiera ser un interlocutor más influyente en los asuntos mundiales”.
Agregó: “Y se están creando un problema porque sus consumidores tienen productos más caros y de menor calidad algunas veces. También, problemas porque sus relaciones con el resto del mundo se tensionan y claramente se ven afectados. Y evidentemente nos están creando problemas a nosotros.
Source: Proceso|by Carlos Acosta Córdova